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Por amor al teatro: Yvonee Mendez y la apuesta de Resilientes Teatro

  • uatxfiloletras
  • 5 may
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 5 may


Ángeles Polvo / Filoletras


Cuando alguien entra al Teatro Xicoténcatl, se encuentra con la disposición descendente de las butacas que guían la mirada hacia el escenario. Pero más allá del espacio, lo que verdaderamente llama la atención es lo que ocurre sobre el escenario: un grupo de personas de diferentes edades con habilidades distintas que trabajan en conjunto. Algunos saben montar una escenografía; otros son capaces de memorizar diálogos en menos de tres días y otros que enfrentan su miedo a hablar en público. Ahí conviven talento, aprendizaje y compromiso. Ahí está Resilientes Teatro.

Imagen cortesía de Yvonne
Imagen cortesía de Yvonne

Este grupo surge gracias a Laura Yvonee Mendez, quien comenzó su formación en el Centro de las Artes en 2019, impulsada por la necesidad de encontrar algo que realmente le apasionara.

“Después de un proceso largo, de decir esto no me gusta”

llegó al Centro, en ese momento los cursos eran accesibles y gratuitos; había teatro, actuación, entrenamiento actoral, dirección escénica… ahí nació un interés real. Fue en ese espacio donde la frase

“por fin encontré algo que me gusta y quiero dedicarme a esto” le cambió el rumbo.

La pandemia pausó muchas cosas, pero no las ganas. Mientras Yvonee continuaba formándose en teatro con la guía de la maestra Ana Laura Lima —directora, actriz y docente con gran trayectoria en el estado—, también cursaba una licenciatura en línea en Desarrollo y Gestión Empresarial, con la intención de aplicar ese conocimiento a la gestión cultural. Desde entonces, además de actuar, se encarga de planear funciones, apoyar en la dirección, coordinar la preproducción, difundir las obras y gestionar el área de marketing digital.

“Aparte de actuar, creamos”, dice, subrayando que también participan madres, padres y colaboradores cercanos para hacer realidad lo que nace de la imaginación colectiva.

El nombre del grupo no es casualidad. Resilientes Teatro viene de su propia resiliencia. Habla del momento en que abandonó la universidad para encontrarle sentido a su vida, de las emociones atravesadas durante la pandemia, de los problemas personales y sociales que rodean a muchos jóvenes que intentan abrirse paso en el arte.

“Pero con esa resiliencia vemos los obstáculos como escalones. Subimos, bajamos, volvemos a aprender. Las cosas no siempre salen bien, pero buscamos cómo volver a subir”.

En 2022, junto con Ana Laura Lima e Iris, Yvonee fundó Resilientes Teatro. El proyecto se concretó en 2023 con sus primeras puestas en escena. A la par, el Centro de las Artes comenzó a diversificar su oferta, creando niveles de formación infantil, intermedia y avanzada. Pronto, las edades comenzaron a mezclarse, y el grupo se transformó en una compañía infantil y juvenil que ahora representa al Centro de las Artes de Tlaxcala.

En octubre de 2024 estrenaron Luneta, una adaptación de un texto original de la dramaturga Lucila Castillo. La obra aborda el tema de la adopción desde una perspectiva fantástica, permitiendo que las infancias se acerquen a preguntas difíciles con sensibilidad y creatividad. El personaje principal, Luneta, comienza a cuestionarse su origen a raíz de un proyecto escolar que involucra fotografías familiares. Ella no tiene ninguna, y pronto descubre que es adoptada.

“La sociedad ha creado un estigma alrededor de la adopción, como si no formaras parte real de una familia. Luneta busca romper con eso”, señala Yvonee.

La obra fue también un momento especial por el tipo de elenco que reunió: niños y adultos compartiendo escenario, sin jerarquías. “Fue mágico y muy representativo, porque lo común es ver adultos interpretando a niños. Aquí eran los niños los que actuaban como niños, pero desde una postura profesional. Somos los primeros en el estado que logramos una obra conjunta así”. La actriz más pequeña tenía apenas cuatro años; la mayor, veinticinco.

Al ser una adaptación, tomaron libertades para crear personajes, escenarios y hasta nuevas voces. Uno de los momentos más conmovedores es un monólogo que Yvonee escribió sobre la madre de Luneta. En él, denuncia cómo la sociedad rechaza a las mujeres que deciden adoptar.

Luneta no solo busca ser apreciada estéticamente. También pretende visibilizar una problemática real, dar voz a niñas y niños que se encuentran en situación de adopción y promover una conciencia social. “Es una obra que queremos presentar en espacios públicos, institucionales y educativos. Que el mensaje se escuche”, dice Yvonee con convicción.

Aunque no hubo difusión para la obra, Resilientes Teatro continúa avanzando con paso firme. Su objetivo es consolidarse como una compañía formal, que pueda recibir donaciones, apoyo y llevar el teatro a comunidades vulnerables, no solo como arte, sino como una herramienta de transformación.

“Yo soy actriz porque amo la magia del teatro, amo pararme frente al escenario, amo interpretar un papel, amo meterme en otro universo”, dice Yvonee. Luego hace una pausa, como si pensara en voz alta. “Quiero que el teatro sea una motivación personal y, a su vez, grupal. Quiero que sirva para hacer algo por nuestra sociedad. Porque hace falta. Y eso es lo que ha hecho Luneta… eso es lo que hemos hecho todos en Resilientes”.

Imagen cortesía de Yvonee
Imagen cortesía de Yvonee

Y entonces, como en el telón final de una buena obra, sus palabras no solo concluyen una historia: abren otra. Una donde el arte no se ve desde la butaca, sino que se vive, se construye y se comparte como un acto de resistencia.


 
 
 

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