Del diez de mayo de cada año
- uatxfiloletras
- 12 may
- 2 Min. de lectura
Abigail Quiroz | Filoletras
Han acabado todas las promociones en tiendas y los restaurantes; los ramos, los globos, los peluches y los chocolates han dejado las calles, esperando la siguiente festividad para lucirse en un estante. Ese día a lo lejos se escucharon serenatas, loterías de recipientes plásticos y electrodomésticos, y juegos ocurrentes. Las actividades han sido así desde que recuerdo; lo único que cambian son los rostros. Algunos ya solo permanecen en mi memoria, otros comparten edad conmigo. Todos los años, salen varios de los recintos, complacidos con su plato de comida, un presente pequeño y algún premio, listos para continuar con la dinámica en una población cercana. El resto se resigna a regresar a sus casas, un poco agotados por el clima indescifrable.
En casa, recordaba a mi madre organizando algunas tablas rítmicas para las madres de sus alumnos, en aquellos tiempos donde la canción de Denisse de Kalafe sonaba en todos los rincones. Hoy, sentada y agobiada, añora aquellos festivales. En ocasiones, también extraño esas épocas por su ausencia al cumplir su deber con hijos ajenos, y por aquellas afables viejecitas quienes colmaron mi infancia y adolescencia con amor maternal.
La coincidencia más fatídica es perderlas en estas fechas. Subir a enflorar se ha vuelto tradición. La escoba, un balde, unas palas y las flores al camposanto. Entonces las mujeres limpian aquella tumba con lápida de piedra, los hijos acarrean agua y acomodan la tierra de otras más. Alguno contó cómo hacía esto junto a su madre para la abuela y cada año, viéndola más débil, pensaba "ahora me acompañas, pero algún día vendré yo solo a verte". No hace falta explicar el desenlace. Luego, le siguen más relatos de regaños y bromas.
Pasé el resto de la noche en vela con un cartel sobre las virtudes de la maternidad. "Lo que hago por mi madre", pienso. Sí, "por" y no "para": aún le quedó la costumbre de abandonarse el diez de mayo por otras. Y yo, muy molesta porque nunca veré esa reciprocidad para ella, sé que la festividad ha acabado porque observo el cartel en el bote de la basura.
תגובות